GeneralEl carisma que la Madre Fundadora Ma. de las Mercedes de la Santísima Trinidad (Méndez Pérez Gil) recibió del Espíritu Santo, y que dio origen al Instituto de Adoratrices Perpetuas Guadalupanas en la Iglesia, fue: "El amor a la Divina Eucaristía, el anhelo de que fuera perpetuamente adorada y el celo por extender el reinado de su conocimiento y de sus amor."

Esta experiencia del Espíritu, vivida por la Madre Ma. de las Mercedes, es transmitida a sus hijas para ser por ellas vivida, profundizada y desarrollada, de manera que el Instituto tiene como carisma.

"vivir la vida eucarística de Jesús, de adoración y oblación al Padre y de amor entregado a los hermanos, y extender el conocimiento, el amor y el reinado de la Eucaristía mediante la adoración solemne continua y la educación católica, con María y bajo su protección."

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